Con suavidad rocé su mano. Quería transmitirle mi afecto, ayudarla a pasar, sin miedo, al otro lado de la vida...
Al mirarla, no sentía el temor, que otros instantes semejantes, siempre me hicieron huir de la realidad de la muerte.
Mi ternura se multiplicaba ante esa cara de niña bonita que a pesar de la mascarilla que aliviaba sus pulmones, gravemente dañados, le ayudaba a respirar con gran esfuerzo.
Sus mejillas se mantenían coloreadas como si para transito se recuperase la , también dañada por la cruel y rápida enfermedad...
Quisiera contar algo que tengo dentro y dudo sepa hacerlo...
Se puede sentir la belleza, la admiración, tanta ternura en un momento tan crucial como es el fin de una vida...?
Al mirarla, no sentía el temor, que otros instantes semejantes, siempre me hicieron huir de la realidad de la muerte.
Mi ternura se multiplicaba ante esa cara de niña bonita que a pesar de la mascarilla que aliviaba sus pulmones, gravemente dañados, le ayudaba a respirar con gran esfuerzo.
Sus mejillas se mantenían coloreadas como si para transito se recuperase la , también dañada por la cruel y rápida enfermedad...
Quisiera contar algo que tengo dentro y dudo sepa hacerlo...
Se puede sentir la belleza, la admiración, tanta ternura en un momento tan crucial como es el fin de una vida...?
Que frágil la sentía y la vez tan fuerte...¡Qué bella..!
Al otro lado de la puerta estaba el dolor más grande que puede sentir el ser humano. Las lágrimas de unos padres y hermana que se sentían sin fuerza para afrontar tan terribles momentos...
Yo la vecina del piso de abajo, les acompañaba intentando ayudarles y compartir su pena.
Al otro lado de la puerta estaba el dolor más grande que puede sentir el ser humano. Las lágrimas de unos padres y hermana que se sentían sin fuerza para afrontar tan terribles momentos...
Yo la vecina del piso de abajo, les acompañaba intentando ayudarles y compartir su pena.
Me parecía terrible el dolor de ver a una hija morir por falta de aire en sus pulmones...y... yo...seguía percibiendo, en alguna parte la belleza...
¡Que terrible era forma de sentir...!
Su padre al otro lado de la cama, indeciso y entre lagrimas...con toda la impotencia que un padre siente cuando nada puede hacer para no perder a una hija...
¡Que terrible era forma de sentir...!
Su padre al otro lado de la cama, indeciso y entre lagrimas...con toda la impotencia que un padre siente cuando nada puede hacer para no perder a una hija...
Haciendo gala de mi extroversión, le animé- Toma su mano. Acompáñala, que no sienta la soledad de la muerte. Quédate con la suavidad de su piel entre tus dedos, nota su calor y guárdalo en tus sentidos, verás como así podrás regresar a ella cuando quieras...
Pasando sobre su frágil mano el dorso de mi mano, como para no romperla ni interrumpir la paz del paso al otro lado... del final de la vida...me estremecía mi falta de miedo y las ganas de arrullarla en mis brazos. ¡ Cuanta ternura sentía en mi adentro...!
Me parece TERRIBLE sentir así ...
Solo son cosas mías. Inma
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