La tempestad desperdigó las escenas pasadas, convirtiendo los días transitados en diminutas hormigas.
Era extraño, desde lejos parecían momentos de vestidos de día de agosto, desteñidos por el agua del pozo del patio del pasado.
Parece mentira… recoger las escenas que no volverán a pasar, como si fuese posible arrojarse en los brazos del pasado del que sales rehecha.
¡No, nunca sabrá nada de mí, aunque mis sueños insisten e insisten…!
Sólo son cosas mías…
Era extraño, desde lejos parecían momentos de vestidos de día de agosto, desteñidos por el agua del pozo del patio del pasado.
Parece mentira… recoger las escenas que no volverán a pasar, como si fuese posible arrojarse en los brazos del pasado del que sales rehecha.
¡No, nunca sabrá nada de mí, aunque mis sueños insisten e insisten…!
Sólo son cosas mías…