miércoles, 28 de mayo de 2008

Agradecimiento

No fue de muerte, madre, que fue vida.
Tu pena allá a otra esquina
Porque existir fue sementar
besos y alegría.
Estas vertida en nuestra sangre
Te vas como agua ligera y cantarina
Con la dulzura en la mirada
a darnos otro beso en la herida .
Que hermosa eres Madre, que serena!
Que inmensa es la herencia que nos dejas!
Más perdónanos Madre, nuestra pena.
Disculpa que aun así ténganos quejas.
De que la existencia sea tan pequeña.
Que queramos soñar que aun nos besas.

(Traducción a mi manera) esta poesía la hizo mi hermana “Marica” el día que se fue mi madre
Es imposible decir lo mismo en la poesía al cambiar el idioma. Lo he intentado.




sábado, 24 de mayo de 2008

Carta de una nieta a mi madre

Abuela, no sé cómo es el cielo, pero me lo puedo imaginar. Creo que un sitio muy grande, cálido, con todas las cosas buenas, desde donde puedes mirar todas tus riquezas- a tus hijos, a tus nietos, a tus bisnietos- y sigues rezando por nosotros, aumentando la lista cada día para no olvidarte de nadie.
Te imagino cogida de la mano del abuelo, después de tanto tiempo, compartiendo mil recuerdos, contándole cómo somos aquéllos a los que no conoció. Te imagino llena de energía, sin dolor, ni enfermedad, ayudando a quien te necesita, repartiendo sonrisas, cocinando, pintando paisajes verdes de un valle que adorabas… dando todo aquello de lo que nosotros ya hemos podido disfrutar.

Así que, abuela, perdóname, porque estoy triste… y sé que estar triste ahora es ser egoísta. Si me imagino así el cielo, ¿no soy egoísta por preferir que estuvieras aquí, con nosotros? Creo que tú me dirías que sigues estando con nosotros, que nos acompañas siempre, que queda mucho de ti en tus hijos, en tus nietos, y sé que es verdad. Pero no por eso dejaré de echar de menos tus historias, tu fuente inagotable de besos, tus caricias, tus palabras de cariño, tus enseñanzas…

Sólo espero que hayas conseguido que nos parezcamos a ti, aunque sólo sea un poco, para, entre todos, seguir aportando al mundo tu fortaleza, tu entrega, tu amor, tu fe.
Abuela, no sé cómo es el cielo, pero sé, seguro, que tú estás allí. Y es que es en el cielo en donde están los ángeles.
( Carla Campo)

viernes, 23 de mayo de 2008

Larga noche

Nos aleja un cristal de humo
y sin embargo sigo sintiendo
el calor de tu mano.
Hoy no hay tarta de almendras,
hoy, hay soledad en tu casa.
De razón es admitirlo
de corazón es sufrirlo
¡Que frió siento al pensarlo!
¡Ese cristal que nos aleja
aunque yo quisiera besarte…!
No puedo madre, tomar tu mano.
Quiero que las horas pasen.
Que te abrace la tierra, para que
tu cuerpo descanse.
Son las dos de la mañana.
¡Que soledad madre!
¿Quién va tomar tu mano?
¿Como puedo pintar tus ojos,
como puedo recordarte…?
Estoy en mi casa.
Tu estás entre un cristal y la nada.
¡Que soledad madre!
¡Que noche más larga!
Sólo son cosas mías…



viernes, 2 de mayo de 2008

Sólo en sueños

Llego con hambre
de decir aquí lo quiero.
Tengo hambre de encontrar
aquí tus letras.

Tengo ganas de encontrarte
en mis sueños.
Quiero sentir
la plenitud de tus dedos.

Deja, aunque sólo sea en sueños.
que la vida discurra
a través de mis letras.

Ámame, aunque sólo sea
en tu recuerdo.
Deja la noche en mi cuerpo.

Tómame aunque sea de lejos
Cruzaste tu piel con la mía,
desde aquel día,
que no cupo más que mi alma
en tu cuerpo.
Fue como un puente….


Me despierto cada día
bebiendo tu recuerdo
¡Quiero soñarte….!

Estás en mi recuerdo frío,
desde lo clandestino,
desde la soledad
desde donde te escribo.

Libertad de mi mente,
desde donde te quiero,
mientras tú caminas por otro cuerpo.

Desde aquí, desde mis sueños, te beso
y se enciende mi fuego,
sin más que una razón para el sueño.


Pierdo mí tiempo de sueños
sin hoy… sin mañana…
pierdo mi tiempo.

Hago hermoso lo amargo
Intentando alcanzar tus besos,
desde donde te sueño,
renaciendo desde mis propias cenizas.

Intento correr, siempre hacia el este.
Recordar aquella tarde,
desde tu mirada

Cielo azul y limpio
Calma de tus dedos
Fuerte olor a ti…

Lado de mi cama.
Tango… bolero…
Espero la noche para quererte.

Besarte en sueños
Decirte que….
¡Te quiero¡

Sólo son cosas mías…