Retroceso

No sé que hay allí que absorbe todas mis fuerzas. Cuando regreso me quedo vacía y sin impulsos. Una enorme tristeza cubre el cielo azul haciéndolo caer sobre mí como una pesada piedra

Recuerdos vivos llegan por mi olfato estimulando la tristeza. Su presencia volátil me envuelve en presencias olorosas que despiertan mis emociones.

Mi tacto se vuelve áspero al acariciar los objetos. Siento besos en mis labios al mismo tiempo que mis dedos recuperan la suavidad del recuerdo, descubriéndome receptora de un pasado.

Reconozco la luz del ayer que se cuela entre las piedras a la vez que me conecto al camino ya andado estimulando la memoria de lo transitado.

Percibo los sonidos de la madera en el laberinto del tiempo creando una justa conexión con las ausencias.

No sé que hay allí que duele, que cambia mi sonrisa por una mueca.

Sólo son cosas mías…