Mí querido tío Pepe

 Que agradable verte, sentir en ti la raíz de lo que ya no tengo.
Sentirte como el último beso que ya no toco. Tenerte como fuente de cercanía. Recuperar por ti todo lo perdido.
Cuando puedo, meterme entre tu abrazo
y mecerme con “ellos”, los que los dos hemos querido,
me fijo en tu adentro, recupero el resuello.
Tu caricia es para mi principio de vida.
Contigo siento esa chispa que me transporta en segundos a un Dios que hace de lo más pequeño lo más grande.
Contigo me siento envejecer hacia atrás,
y recupero todo lo que ya no está. Última línea que pisa mis talones.
Hoy he visto tu imagen, me he dado cuentade que sigues ahí, de que aún queda la última raíz
que mantiene la caricia perdida.
Sabes que la vida se va entumeciendo, que puede ser un caos en ciertos momentos, porque la existencia nos va alejando de lo que queremos.
Porque tu punto y mi ensueño coinciden, y tu sonrisa me dice lo que sabes de la vida…
Avanzas, susurras y escribes tu vida en tu mohín, porque para ti todo es lúcido, porque eso sucede simplemente a las personas buenas que dejan retazos de besos en instantes reanimadores de afectos.

Sólo son cosas mías…