jueves, 11 de febrero de 2010

El beso de la rosa

Me besaste con tu olor dulce y fuerte.
Encaramada en tu tallo erecto,
escalaste a mi boca sedienta.


El beso de una rosa como el amor,
va dejando rastro de delicias
y encadena en su brevedad de vida.


Guardar el beso de la rosa, su equilibrio,
es perderse en el olvido.
Es burlarse del destino.


El beso de la rosa se extingue, deambula
en misterio más allá de unos brazos
que se alimentan en deseos.


Es beso tan efímero como un suspiro.
Es un presente que enmudece vacío.
Estremece, se diluye entre sus labios y los míos


El beso de la rosa es un símbolo
de las migajas del tiempo,
de la historia de una vida que declina.


Es una lágrima evaporada e imprescindible
que se saborea fugazmente por el aire.
El beso de una rosa.

Sólo son cosas mías

10 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Como todos los besos: perecederos.
(Como el amor).

mardelibertad dijo...

Siempre sera un beso.
Abrazo

ALBINO dijo...

Todos los besos son saludables, sean de la rosa o sean del jazmin. Pero los mejores besos salen de los labios.
Moitos agarimos

Intro dijo...

¿debo decirte, que me encantó ese beso, esa rosa?

Hermoso,

In.

Anónimo dijo...

El beso no muere, el beso no se olvida, no calla... habla y dice cosas, está, respira, existe, vive. El beso es una forma de transportarnos al interior del otro...
y las rosas son su complemento.
Un beso
J.J.

@Igna-Nachodenoche dijo...

Los labios, suelen ser la entrada del comienzo de todo sentir y sentimiento, hay besos que perduran toda la vida, aunque nos parezcan efímeros, y como los aromas son difíciles de olvidar.
Besos amiga.

Eva dijo...

Ahí te mando unas cuantas rosas! :)

Como siempre, genial!

Anónimo dijo...

Otro beso...como aquel en este dia. J.J.

Meigo, aprendiz de Druida dijo...

Pocos hemos entendido el beso de uan rosa, comolo haces tú.
Besos, escondidos en mi rosa.

Equilibrista dijo...

Ese beso tan efímero como un suspiro.

El beso de la rosa es un símbolo
de las migajas del tiempo,

ojalá pudiéramos guardar en un baúl el efímero beso de la rosa, ese segundo de equilibrio que enmudece al miedo...