sábado, 24 de mayo de 2008

Carta de una nieta a mi madre

Abuela, no sé cómo es el cielo, pero me lo puedo imaginar. Creo que un sitio muy grande, cálido, con todas las cosas buenas, desde donde puedes mirar todas tus riquezas- a tus hijos, a tus nietos, a tus bisnietos- y sigues rezando por nosotros, aumentando la lista cada día para no olvidarte de nadie.
Te imagino cogida de la mano del abuelo, después de tanto tiempo, compartiendo mil recuerdos, contándole cómo somos aquéllos a los que no conoció. Te imagino llena de energía, sin dolor, ni enfermedad, ayudando a quien te necesita, repartiendo sonrisas, cocinando, pintando paisajes verdes de un valle que adorabas… dando todo aquello de lo que nosotros ya hemos podido disfrutar.

Así que, abuela, perdóname, porque estoy triste… y sé que estar triste ahora es ser egoísta. Si me imagino así el cielo, ¿no soy egoísta por preferir que estuvieras aquí, con nosotros? Creo que tú me dirías que sigues estando con nosotros, que nos acompañas siempre, que queda mucho de ti en tus hijos, en tus nietos, y sé que es verdad. Pero no por eso dejaré de echar de menos tus historias, tu fuente inagotable de besos, tus caricias, tus palabras de cariño, tus enseñanzas…

Sólo espero que hayas conseguido que nos parezcamos a ti, aunque sólo sea un poco, para, entre todos, seguir aportando al mundo tu fortaleza, tu entrega, tu amor, tu fe.
Abuela, no sé cómo es el cielo, pero sé, seguro, que tú estás allí. Y es que es en el cielo en donde están los ángeles.
( Carla Campo)

16 comentarios:

Inma dijo...

Manos adoradas
Waltz
Music: Roberto Rufino
Lyric: Horacio Sanguinetti

Las manos que yo quiero, las manos que venero,
no son color de rosa ni tienen palidez.
Sus dedos no parecen diez gemas nacaradas,
tampoco están pintadas ni tienen altivez.
Son manos arrugadas, tal vez la más humildes
y están cual hojas secas de tanto trabajar.
Son estas manos santas las manos de mi madre,
aquellas que me dieron con todo amor el pan.

Las manos que yo quiero, las manos de mi madre,
ligeras como aves volando siempre van.
Las manos de mi madre por ágiles dichosas,
si no hacen siempre algo tranquilas nunca están.
Por rústicas y viejas, ¡qué bellas son sus manos!
Lavando tanta ropa, cortando tanto pan.
Corriendo por la casa, la mesa acariciando,
buscando en el descanso la aguja y el dedal.

Las manos que trajeron la lámpara a mi cama,
tapándome la espalda en el invierno cruel.
Que cuando estuve triste mis lágrimas secaron,
que cuando estuve enfermo, acariciándome.
¡Oh, manos adoradas! ¡Oh, manos llenas de alma!
En ellas yo quisiera mi frente refugiar,
y tristemente digo: ¡qué lejos que se encuentran,
qué lejos de mi angustia y de mi soledad!

Anónimo dijo...

Preciosas letras a alguien muy querido. Seguro está allí tranquilita y acompañando en todo momento con su mirada y su calor a su familia, y los que de verdad la quisieron.

Te mando un abrazo y mis besos dulcemente tiernos.


** MARÍA **

Dante dijo...

Hermosas palabras de tu sobrina. En ellas hay mucho más que literatura. Hay un sentimiento sincero con el que expresa todo lo que está pensando, lo que su corazón le dice.
Todo un ejemplo en este mundo de juventud.
Un beso

Anónimo dijo...

Este sí que es todo un momento de ternura. Precioso. El recuerdo mantiene vivos a los seres queridos. Besos mil.

Piedad dijo...

Bonita carta llena de cariño y amor, y esque cuando un ser querido se nos va, todo lo que le digas es poco y sinenbargo es tan grande el vacío que deja que no se puede soportar, pero seguro que ella estará gozando con sus seres queridos que se fueron antes que ella.
yo también me desahogaba escribiendo cartas a mis sobrinos, fallecidos todos ellos de cáncer, pero nunca las he publicado, ni siquiera las he enseñado a los demás, pero yo le explicaba todo aquello que me hubiera gustado que supiera o compartido con todos nosotros. creo que es una forma buena para desahogar la tristeza.
Recibís mi afecto y un beso.

Katina dijo...

Quiero que estas letras lleguen a ti y te abracen , regalarte mi cariño , darte paz en estos difìciles dìas , consuelo ante el dolor .
Pero que se puede decir ante la perdida de una madre , un espacio que queda en nuestra vida que nadie lo puede llenar ,

Sòlo me atrevo a decir que hay que estar agradecido de haber tenido la posibilidad de estar junto a ella , de haber compartido tantos momentos , de haber aprendido una y mil cosas de la vida .
Una vida entera .
Un tremendo abrazo y saludos para toda tu familia.
Te quiero mucho querida amiga.

Sabela dijo...

Mi querida Inma, leí, volví a leer, releí la carta de Carla a su abuela y ¡qué más se puede decir?... ¡nada! lo dice ella todo...
Tu comentario precioso, como siempre.
Estoy contigo.
Abrazos.

Pedro Estudillo dijo...

Has conseguido enternecerme. Tus letras nunca dejarán de sorprenderme.
Besos.

Nerim dijo...

Me he emocionado muchisimo leyendo esta carta, y he vivido y sentido este momento de ternura que me ha regalado Carla.

Un fuerte abrazo

Eva dijo...

No sé qué decir, me emocionó tu sobrina y me emocionaste tu con tus "manos adoradas".
Desde la lejanía te acompañamos todos para que en esta "travesía" estés acompañada de todos los que te leemos y sentimos un cariño muy especial por tí.

Besos y abrazos.

mia dijo...

Siempre es vital tener conciencia de haber vivido "Un lujo"... tienen un tesoro para siempre guardado todos aquellos que lo han vivido :)

Anónimo dijo...

Carla, su nieta y tu sobrina ES TODO UN AMORRRRRRRRRR!!!!!
Dios mío se me ha puesto la carne de gallina leyendo esta carta. Y desde luego no hay duda que si la abuelita se fue al cielo, ella, su nieta, será quien mejor la represente aquí en la tierra.
Besossss para Carla y para ti de todos los colores!!!

Gerardo Omaña Márquez dijo...

Y así entre los recuerdos de cosas que pasaron, nos va llegando al alma tibiezas de un amor. De un amor que cobija, que protege, que nos mira.

Besos para tu alma.

Maria Coca dijo...

Cuáta sensibilidad en esa carta... Todo lo dice y no le falta ni le sobra nada.

Besosss

Chela dijo...

Este comentario es para Carla:

Me parece maravilloso el cariño que sientes por tu abuela,lo que significó para ti, y que le rindas un homenaje con tus palabras tan sentidas...

Las abuelas, como ella, dejan una gran riqueza en el corazón de los nietos, como bien reconoces, y esa riqueza te acompañara toda tu vida como una excelente guia de sabiduria para resolver los contratiempos, y te dará fortaleza para seguir adelante.

Un beso cariñoso de una mujer mayor que sigue recordando a su propia abuela.

Clarice Baricco dijo...

Es una carta linda, llena de esperanza.
Al cielo se van los grandes! Tu mamita allà està.

Abrazos sin olvidar.